Un Forest sin alma se deja remontar por el Derby County

Se dice a menudo que los equipos de fútbol son un reflejo de la personalidad de sus entrenadores. En el caso del Forest la realidad no se aleja mucho del dicho. En las últimas dos temporadas si algo definía al Forest era su dureza; los de Nottingham nunca se rendían, luchaban hasta el límite y costaba muchísimo hacerles un gol. Con una plantilla corta el entrenador escocés llevó al equipo dos veces a las eliminatorias por el ascenso. Steve McLaren no es Billy Davies. El ex seleccionador inglés es más diplomático, mucho más tranquilo, se diría que es un típico inglés flemático y tranquilo del sur, aunque naciese en Yorkshire. Y así juega su Forest. El equipo ha perdido la lucha y la dureza, se ha quedado sin alma hasta el punto de dejarse remontar el sábado por un Derby County que se quedó con un jugador menos por la expulsión del portero Fielding a los 30 segundos de juego.

El derbi entre los encarnizados rivales de las East Midlands acabó con la victoria merecida de Los Carneros (1-2), un resultado que pocos hubiesen imaginado cuando Andy Reid adelantó, de penalti, al Forest en el minuto 2 del partido. El Forest comenzó bien. Nada más sacar de centro, una combinación entre Miller, que lo ganó todo de cabeza, y Derbyshire dejó al ex jugador del West Brom solo en el área del Derby. Frank Fielding salió a la desesperada y derribó a Miller. Un penalti claro que, además, acarreó la expulsión del cancerbero visitante.

El Forest siguió dominando. Miller creó muchísimo peligro durante todo el partido. Ganó todos los balones por alto y se marchó en velocidad de todos los defensores, pero siempre empezaba la jugada demasiado lejos del área. Quizás la posición alejada de Miller sea lo primero que se debe anotar en el debe de McLaren.

Mediada la primera mitad, con el partido controlado, el Forest perdió el alma. Como si un dementor de la saga de Harry Potter se hubiese pasado por City Ground, los locales perdieron la alegría y el juego. En una jugada intrascendente cerca del área del Derby Chris Cohen dio un mal paso y se lesionó él solo. El Derby continuó jugando y el árbitro no paró el partido. Jamie Ward cogió el balón en la medular y se recorrió todo el campo, hasta la línea de fondo sin que ningún jugador del Forest, quizás más pendientes del doliente Cohen, supiera o pudiesa pararlo. No contento, Ward regateó a dos defensas del Forest mientras remontaba la línea de fondo y batió a Camp con un tiro raso casi sin ángulo. Los jugadores del Forest intentaron protestar al árbitro y se encararon con los visitantes, pero deberían culparse sólo a sí mismos. Quizás el Derby podría haber echado el balón fuera, como una cortesía entre profesionales ante lo que de verdad parecía una lesión grave. Pero no están obligados a hacerlo, y desde luego el Forest tuvo tiempo para quitarle el balón a Ward y mandarlo fuera.

A partir del gol de Ward el Forest se apagó poco a poco y el Derby, que jugaba con 10, fue sin duda el mejor. El Forest apenas hizo trabajar a Legzins, que salió sin calentar tras la expulsión de Fielding. Al Forest le faltó energía. Jugó sin fuerza, como si no quisiera ganar. Tenía el balón, sí, pero de poco le servía. El partido de Greening fue especialmente malo. Salvo un par de pases largos con aciertos, el ex centrocampista del Fulham pasó sin pena ni gloria por el derbi. No le da forma al equipo y le falta la jerarquía que sí tenía McKenna. De nuevo, McLaren debería explicar por qué dejo marchar al capitán de la pasada temporada.

Y finalmente, hay que hablar de la defensa. El segundo gol del Derby, marcado por el jovencísimo Hendrick con un disparo desde fuera del área, llegó tras una jugada penosa de la defensa del Forest. Primero concedieron un saque de esquina que podrían haber evitado tras un lío entre Lynch y Morgan. Tras el saque, los zagueros del Forest tuvieron muchas oportunidades de despejar, pero no supieron hacerlo y por si fuera poco se quedaron parados pidiendo un fuera de juego inexistente. Su pasividad hizo posible el pase a Hendrick y lo demás es historia.

Una derrota dolorosa. No ya por el rival, puesto que siempre cuesta más aceptar las victorias del Derby, sino porque el equipo no dejó buenas sensaciones. Los mejores fueron Miller, que siempre dio sensación de peligro pero demasiado lejos del área, y Lynch, que tuvo que sustituir a Cohen tras su lesión. Es un síntoma del estado de este equipo que Lynch, el lateral izquierdo suplente sea lo más destacado del partido. El equipo perdió otro partido, encajó dos goles y se dejó remontar una vez más. Con el despido de Billy Davies este Forest se ha dejado el alma en el camino. Ha perdido el espíritu de lucha que lo caracterizó. Con McLaren se intenta jugar un fútbol más académico. Quizás haya menos balones largos y menos patadón, pero de momento no funciona porque no se defiende bien y no se juega con intensidad. Quizás sea cuestión de tiempo, pero McLaren y sus jugadores tienen mucho trabajo por hacer todavía.