Un gol de Joel Lynch en el tercer minuto del descuento recató un empate (1-1) para el Nottingham Forest ante el Brighton, que se había adelantado mediada la segunda parte cuando Sam Vokes cabeceó una falta sacada por Vicente, la única ocasión de los visitantes en todo el partido. En la clasificación es sólo un punto más para los bicampeones de Europa en su lucha por evitar el descenso, pero las sensaciones que dejó el partido convierten el empate en un resultado más valioso. Primero, por la autoridad del rival. Los visitantes han sido, junto al Southampton, el mejor conjunto que ha pasado esta temporada por City Ground. Y aunque en realidad Camp prácticamente no tuvo que hacer paradas, el Brighton exigió concentración y esfuerzo máximos al Forest. Además, con el empate se prolonga la racha invicta del equipo y la ilusión generada por la histórica goleada al Leeds no se ha visto borrada de un plumazo.
Pero más allá del resultado, posiblemente lo más valioso de la tarde para el Forest fue recuperar el buen juego, el espíritu de lucha y la conexión con la afición. Steve Cotterill decidió repetir alineación y dispuso los mismos once futbolistas que hicieron historia en Ellan Road, aunque supusiera jugar sólo con un delantero, Blackstock, en casa. El ambiente en el campo, desde el principio, fue distinto, y la conexión entre el público y los jugadores fue patente. Se animó, se cantó y se intimidó al rival. La afición del Forest, esta vez sí, ayudó al equipo.
Pero más allá del resultado, posiblemente lo más valioso de la tarde para el Forest fue recuperar el buen juego, el espíritu de lucha y la conexión con la afición. Steve Cotterill decidió repetir alineación y dispuso los mismos once futbolistas que hicieron historia en Ellan Road, aunque supusiera jugar sólo con un delantero, Blackstock, en casa. El ambiente en el campo, desde el principio, fue distinto, y la conexión entre el público y los jugadores fue patente. Se animó, se cantó y se intimidó al rival. La afición del Forest, esta vez sí, ayudó al equipo.
Y lo hizo con fuerza, porque hubo momentos en que el Brighton dominó el juego. Sobre todo en los primeros veinte minutos de partido, los visitantes supieron mantener el balón con criterio. Iñigo Calderón y Vicente se asociaron con criterio en la banda derecha, gestionando prácticamente todo el ataque de su equipo. La maraña tejida por los de Poyet fue tremendamente efectiva, sobre todo gracias al trabajo de Navarro y Bridcutt en la medular. Los dos centrocampistas, moviéndose por delante de los centrales, son los que le daban forma a su equipo, cubriendo muy bien los espacios y haciendo la vida imposible al Forest en ataque. Sobresaliente fue también durante todo el partido el trabajo del lateral zurdo Mattock, que controló a McLeary con la ayuda de Dunk.
Pero a pesar del dominio inicial del Brighton, ni los jugadores ni la afición del Forest se dieron por vencidos. En partidos anteriores los silbidos llegaban en seguida. Ante el Doncaster, no hace más de dos semanas, la grada no le concedió ni cinco minutos al equipo. Esta vez, fue diferente, y en ese apoyo mutuo entre la afición y los jugadores se gestó el buen partido y el empate del Forest. Pasados los primeros minutos, Guedioura empezó a imponerse a Navarro y, sobre todo, Reid y Cunnigham se aprovecharon de la adelantadísima posición de Íñigo Calderón. La ocasión más clara, sin embargo, llegó a balón parado, cuando Reid mandó al poste una falta que Dunk cometió al borde del área.
Se llegó al descanso sin goles, pero con la impresión de que el Forest fue mejor y supo sobreponerse a un comienzo dubitativo. En la segunda parte los locales salieron con más ritmo y apretaron en ataque. El argelino Guedioura se convirtió en el jugador del partido. Ganó balones divididos, asistió en corto y en largo y un disparo raso desde la frontal se encontró con el poste cuando Brezovan ya estaba batido. El portero eslovaco tuvo más trabajo. Primero desvió con los puños otro obús de Guedioura y, a los pocos minutos, tuvo que estirarse al máximo para evitar que un disparo cruzado de McLeary se convirtiera en gol.
Aunque las ocasiones caían una y otra vez del lado del Forest, los de Poyet no le perdieron la cara al partido. En todo momento mantuvieron sus líneas bien marcadas sobre el campo, sin ceder terreno. Son un equipo muy trabajado y, también, tremendamente canchero. Son maestros en el arte de la zancadilla o de la obstrucción poco aparatosa que detiene los ataques rivales cuando han superado la primera línea de presión. Es el Brighton un equipo ambicioso, inteligente, rocoso y efectivo, muy a la imagen de su entrenador. Y sabe sacar partido de sus escasas ocasiones. En la primera vuelta, en el reluciente AMEX Stadium de Brighton, los ‘gaviotas’ se llevaron la victoria con un gol de Buckley en el descuento tras ser dominados por completo por el Forest. En su visita a Nottingham, sólo crearon una ocasión, el cabezazo de Vokes, y casi les sirve para hacerse con los tres puntos.
Pero el nuevo espíritu del Forest, que parece haber recobrado la confianza perdida desde que se despidiera a Billy Davies, no estaba dispuesto a morir sin luchar hasta el final. El genial centro de Vicente y el cabezazo de Vokes espolearon aún más a la grada y al equipo. Fue en ese momento cuando esta nueva comunión entre la afición y los jugadores se hizo más patente. Los gritos de ánimo atronaron con mayor fuerza, no hubo recriminaciones y todos buscaron un objetivo común: hacer justicia al fútbol del Forest.
El partido fue un monólogo rojo a partir del gol del Brighton. Steve Cotterill retiró a Majewski para dar entrada a Tudgay y jugar así con dos atacantes. Más tarde se incorporaría al juego Miller. El Forest acabó con tres delanteros y, curiosamente, fue un defensa central el que marcó el gol del empate. Las ironías del fútbol.
En los últimos minutos el asedio de la portería visitante fue continuo. Tudgay cabeceó alto un centro de Reid y Miller envió un flojo remate al palo. El Brighton apenas podía contener el empuje del Forest, comandado de manera excelente por Guedioura. Tuvo que seguir recurriendo a las faltas y la acumulación fue tal que Sparrow acabó expulsado por dos amonestaciones en escasamente un cuarto de hora. Cuando todo parecía perdido, cuando la esperanza de sacar algo positivo se desvanecía, un balón largo de Chambers fue cabeceado en el área por Tudgay. Entre una maraña de piernas, Dunk no pudo controlar el balón, que rebotó en su muslo, y Lynch, al borde del área pequeña lo empujó al fondo de la red. El justo premio para uno de los mejores jugadores del Forest este año y también la recompensa para un muy buen partido. Es sólo un punto, sí, pero vale su peso en oro.
P.D.: Crónica de BG (@forestlive)
Agradecer a BG esta nuevo artículo.
ResponderEliminarLeyéndolo y viendo un breve resumen del partido queda claro que el Forest mereció ganar pero al menos sumamos un punto en el descuento.
Del resto de rivales solo ganó el Coventry que jugaba con el Portsmouth, la distancia con el descenso es de 4 puntos pero con un partido menos que el Coventry.
Mañana jugamos en Leicester, partido complicado pero hay que tener esperanzas con el nivel de juego de los últimos partidos.
Bueno...nueve partidos y cuatro de ventaja pero sobre todo haber recuperado las buenas sensaciones. Convencido de que os quedais...porque si despierta el Coventry, el Bristol creo que cae antes que vosotros...ya se me hace raro que no cayesen en picado tras irse Maynard
ResponderEliminarUn saludo