lunes, 28 de agosto de 2017

La telaraña del Leeds atrapa al Forest

El Leeds United derrotó al Nottingham Forest (0-2) en el partido de la quinta jornada de Championship que ambos disputaron en una soleada tarde de Agosto en City Ground. Un gol de Kemar Roofe mediada la primera parte y otro del macedonio Alioski en la recta final del encuentro fueron suficiente para que los visitantes se llevasen una justa victoria.

Y es que el Nottingham Forest, pletórico de moral tras eliminar al Newcastle en la Copa de la Liga, llegó con pocas fuerzas y aún menos ideas para enfrentarse al club que, como dijese Brian Clough, consigue sus victorias haciendo trampas. No le hizo falta esta vez, sin embargo, a los de Yorkshire usar sus habituales estratagemas subterráneas. El Leeds se plantó a orillas del Trent con un plan muy bien estudiado que ejecutó a la perfección. Con las líneas muy juntas y una defensa adelantada, los visitantes presionaron la salida del balón del Forest con vigor. Cuando tenían posesión del balón, atacaron acumulando hasta seis jugadores cerca del área local. El Leeds supo tejer una tela de araña perfecta, ganado el centro del campo con el trabajo de Pablo Hernández y O’Kane. Además, hizo mucho caño también por las bandas, especialmente por su derecha donde el macedonio Alioski fue un constante dolor de muelas para Armand Traoré.

Por raro que parezca, a este nuevo Forest de Mark Warburton se le echó de menos, quizás, un poco de ese antiguo Forest. Aquel equipo que sólo sabía sacar el balón con pelotazos de Matt Mills en largo ya casi no existe. Ahora quiere salir jugando, combinando y tratando bien el balón. Y es positivo, por supuesto. Este equipo tiene más calidad en sus botas que las plantillas de los últimos cinco años juntos. El Leeds lo sabía y le redujo los espacios hasta asfixiar la creación a pases al portero o en horizontal. Como si de un ejército de dementores se tratase, pues vestían de negro fúnebre, los visitantes fueron poco a poco absorbiendo la alegría y las ganas del Forest. Metódicamente, sin ninguna alegría, los nubarrones fueron cubriendo City Ground ante las fuerzas del club que no debe ser nombrado. No dejaban respirar a Osborn, Dowell y Bridcutt en la creación e impedían las subidas de los laterales, lo cual dejó a Barrie McKay primero y Ben Brereton después demasiado solos. El único que plantó batalla más seria fue el gigante Daryl Murphy. El irlandés está demostrando que es algo más que un poste de la luz o un menhir. Con los partidos se va entonando y le está dando mucha movilidad al ataque del Forest. Su distribución del juego es, además, bastante notable.

Pero no fue suficiente. Y es que el posiblemente un par de carreras a la espalda de los centrales, con algún pase en largo, hubiese obligado al Leeds a retrasarse y abrir espacios entre líneas, pero se vieron muy pocos intentos. El Forest resistió, se mantuvo en el partido hasta casi el final, pero tuvo muy poca energía y escasas ideas. Kemar Roofe adelantó a los visitantes, una vez más en una jugada a balón parado mal defendida por el Forest. De los ocho goles que ha encajado el equipo hasta la fecha, más de la mitad tienen su origen en saques de esquina o faltas laterales. Claramente le falta trabajo al equipo. Aun así, y dada la superioridad rival, el Forest no se vio atropellado. Cierto que el Forest fue peor. Pero hay que tener en cuenta que el Leeds es, sin duda, el mejor equipo que ha pasado esta temporada por Nottingham. Si consigue ser igual de disciplinado durante la temporada, estará a arriba sin lugar a dudas. Contra este rival, un Forest que viene de salvarse del descenso por diferencia de goles fue capaz, al menos, de resistir y competir un poco. Eso es ya una mejora. Ahora hay que seguir trabajando, quitarse los restos de telaraña que dejó el Leeds y afrontar el próximo partido con optimismo.

jueves, 24 de agosto de 2017

Siguen los días de vino y rosas

Hace tiempo que no se recordaba tanta felicidad alrededor del Forest, tras un buen inicio de temporada con nueve puntos en cuatro partidos, ayer el Forest certificaba su clasificación a la tercera ronda de la Carabao Cup, la Copa de la Liga de toda la vida, venciendo por 2-3 al Newcastle en St. James Park. Triunfo meritorio ante un equipo de la Premier aunque es cierto que presentó muchos cambios. Warburton hizo menos de los esperados, mostrando que tiene interés en la competición. Seis fueron los cambios respecto al equipo que venció al Boro el sábado, entrando Lichaj, Mancienne, Fox, Clough, Brereton y Cummings.

Precisamente el delantero escocés fue uno de los grandes protagonistas al marcar en la primera mitad, en apenas dos minutos, dos goles que sirvieron para remontar el tanto de Mitrovic en los primeros compases del partido. En el primero Cummings cabecea un medido centro de Clough, y en el segundo se aprovecha de un balón largo, ganando a los defensas y batiendo por alto a Darlow en su salida. Pero justo antes del descanso Aarons con un gran disparo establecía el 2-2.

En la segunda parte se pudo romper la igualada por ambas partes, por el Forest en el tramo final Cummings estrelló un lanzamiento de falta en el larguero. El gol de la victoria llegó en la prorroga tras un lanzamiento de córner botado por Clough, Hobbs cabecea y Walker desvía ligeramente para superar a Darlow. Gran alegría para Walker que no lo ha pasado especialmente bien estos dos últimos años marcados por las lesiones y cesiones.

Ya se conoce nuestro próximo rival que será nada más y nada menos que el Chelsea en Stamford Bridge, partidazo entre dos campeones de la Copa de Europa. Seguro que muchos aficionados del Forest viajan hasta la capital inglesa.

Además esta semana se ha cerrado otro fichaje interesante, llega Liam Bridcutt procedente del Leeds que ha firmado por las tres próximas temporadas, se habla de un traspaso de un millón de libras, que tal como está el mercado es más que razonable. Se trata de un mediocentro defensivo de 28 años con experiencia en equipos como Brighton, Sunderland y Leeds. Puede ser muy útil en una posición donde el equipo tenía un déficit de efectivos, y aportar más consistencia al centro del campo en la parcela defensiva que hace falta.

Además el martes comenzó su andadura en la Liga el equipo Sub’23 que tuvo los refuerzos de Lam y Vellios que no parecen contar de momento para Warburton, y del portero Henderson ya recuperado de su lesión. El Forest venció por 2-1 con goles de McDonagh y Smith.


miércoles, 23 de agosto de 2017

Razones para sonreír

El Nottingham Forest derrotó (2-1) al Middlesbrough en el partido de la cuarta jornada de Championship que ambos disputaron en City Ground. Un gol de Daryl Murphy, de penalti, mediada la segunda parte y otro de Barrie McKay en el primer tiempo dieron la victoria a los dobles campeones de Europa en un choque que resumió a la perfección lo que está siendo el equipo esta temporada: Dominio y fútbol excelente mezclados con errores defensivos a la altura de Dobby el elfo y sufrimiento para acabar, que esto es el Forest y no podemos tener ni un sábado tranquilo.

Pero quedémonos con lo positivo, que fue mucho ante un rival casi tan duro de pelar como la canción de Rebeca. El Middlesbrough es un claro candidato al ascenso esta temporada, pero en los primeros cuarenta minutos de partido casi no olió el balón. Fue el mejor fútbol que se le recuerda al Forest en mucho tiempo. Vaughan y Bouchalakis forman un dúo de mediocentros perfecto. A la mentalidad más defensiva del galés se suma ahora la calidad del griego. Bouchalakis demostró además una inteligencia táctica que le vendrá muy bien al equipo. Perfectamente escalonados, ambos supieron asociarse para mantener el balón, pero también presionar al rival cuando fue necesario. Por delante de la pareja de medio centros, una línea con tres magos del balón: Osborn, Dowell y McKay. Los dos últimos se combinaron para crear arte en el primer gol del Forest. Dowell recibió, de espaldas, un balón limpio de Vaughan que rompió la primera línea de presión de los visitantes. El jovencísimo medio del Everton orientó su control con una media vuelta exquisita y trazó un balón de tiralíneas para que Barrie McKay aprovechase su desmarque. El escocés se deshizo del portero rival con un toque y posó el balón en la red con el segundo. Un gol para enmarcar y para que la grada, por fin, disfrutase.

Poco antes del descanso se tuvo que retirar Vaughan con problemas musculares. Y ahí cambió el partido. Entró Brereton para sustituir al galés, lo que desplazó a Osborn al medio pivote junto a Bouchalakis. Con el cambio se perdió la iniciativa porque Osborn, a pesar de su trabajo a destajo, no tiene las mismas cualidades defensivas que el lesionado Vaughan. Aun así, el equipo no se descompuso como antaño, pero sí tuvo que dedicarse a defender y no pudo dominar y atacar como lo había hecho en la primera parte.

El Middlesbrough empezó a dominar y tuvo ocasiones muy claras. Sobre todo Britt Assombalonga. El que fuese héroe a orillas del Trent regresó convertido en un villano, como si comandase las fuerzas de los mortífagos en su ataque a Hogwarts. Sin embargo, la afición local respondió, varitas al aire, abucheando al delantero desde el minuto uno. Y el efecto fue claro. Britt, normalmente un jugador jovial y calmado sobre el terreno de juego, no supo controlar sus emociones. A ello contribuyó también el capitán del Forest, Matt Mills. Perro viejo ya en esta división, Mills no paró de intentar desestabilizar a Assombalonga. Y lo consiguió. No fue ya que Britt fallase tres claras ocasiones ante Jordan Smith, una de ellas con una brillante parada del portero y dos que se fueron a las nubes. Sino que muchas veces Assombalonga acabó tomando la decisión menos adecuada para el discurrir del juego. Centros que no venían a cuento, pases demasiado largos, o entradas a destiempo. Entre todos consiguieron meterse en la mente de Britt, como si de un hechizo confundus se tratase, y el delantero congoleño se marchó de vacío en su regreso a Nottingham.

Mientras que la primera parte fue, sin lugar a dudas, de lo mejor en mucho tiempo, los últimos diez minutos de partido fueron típicos del Forest. Tras conseguir el segundo gol gracias a Daryl Murphy, que transformó un penalti de Gibson sobre Brereton, el Forest volvió a encajar en jugada a balón parado. Esta vez un córner al segundo palo que no consiguieron despejar. A partir de ahí, el Middlesbrough lo intentó de todas las maneras, pero fue con saques de banda largos hacia Gestede como más peligro le creo al Forest. Es preocupante que siempre sea un fútbol tan rudimentario, pero habitual en Championship, el que peor le siente a la defensa del Forest. Tendrá que trabajar, y mucho, en ello si no quiere echar por tierra la clara mejoría que está consiguiendo en otras parcelas del juego.


Pero lo que cuenta, al fin y al cabo, es que tras el pitido final la victoria se quedó en casa. Y que fue ante un rival de categoría. Hay que disfrutar y, sobre todo, quedarse con lo positivo, que es mucho. Hay, por fin, razones para sonreír en Nottingham. Y no sólo los niños. 

lunes, 21 de agosto de 2017

El Forest ha vuelto

El Nottingham Forest derrotó (3-4) al Brentford en el partido de la segunda jornada de Championship que ambos disputaron en un soleado Griffin Park, al oeste de Londres. Dos soberbios golazos del griego Andreas Bouchalakis, otro de Daryl Murphy y un tanto final del joven Kieran Dowell dieron la victoria a los de Nottingham ante un Brentford que atacó con agilidad y peligro, pero defendió con mucho desorden.

El Nottingham Forest llegó a su primer partido fuera de casa con mucho por mejorar vistos los problemas que tuvo ante el Millwall una semana antes. Pero éste es otro Forest. Es un club y equipo renovado, que ganó su primer partido fuera de casa desde Noviembre de 2016. Mark Warburton decidió alinear tres centrales y cinco centrocampistas para mantener más el balón y mejorar las transiciones del equipo. El primer objetivo lo consiguió, o digamos que al menos no lo hizo tan mal como en el primer partido de la temporada. Tuvo más problemas el Forest con el balón, sin embargo. En la primera parte sólo lo sacó jugado con cierta solvencia por la banda izquierda, donde Osborn, descargaba el juego y se entendía bien con McKay y Bouchalakis. A pesar de eso, la mayoría de los ataques del Forest acabaron en balón largo a Daryl Murphy, propiciado por la presión de los mediocentros rivales. Murphy, que aún se está adaptando, desplegó una movilidad similar a los menhires que reparte Obélix desde su cantera en la aldea gala, por lo que acabó perdiendo la posesión casi siempre.

En un partido entretenido con bastantes alternativas, el Brentford dominó la posesión durante la primera media hora de juego. Por todo su control, acabó adelantándose a balón parado. Un saque de esquina en el que los defensores del Forest emularon a Ojo Loco Moody, mirando a cualquier sitio menos a Egan, quien entró por el segundo palo más sólo que Hagrid en su cabaña del bosque para adelantar a las abejas de Londres.

El gol hacía presagiar otra derrota del Forest, pero el equipo demostró tener personalidad. Posiblemente lo mejor del Forest fue su respuesta a los goles encajados. No se puso nervioso, recuperó la compostura y atacó con decisión para remontar el partido. Primero fue Bouchalakis. El griego, que es zurdo, enganchó una volea con su pierna derecha desde la frontal del área para empatar el partido tan sólo dos minutos después del gol inicial.

Con algo de fortuna, el Forest no sólo igualó sino que se puso por delante antes del descanse. Lo bueno de los menhires es que son sólidos y, bien colocados en su sitio, muy útiles. Algo así es Daryl Murphy. Aprovechó un tiro al palo de Darikwa y la lentitud de los defensores del Brentford para empujar el segundo del Forest desde la frontal del área pequeña.

El resultado al descanso era en realidad engañoso. Mark Warburton leyó perfectamente la primera parte y dio entrada a Dowell en el descanso por Clough. Sus instrucciones eran claras, marcar al hombre y bien de cerca a Joezfoon y ayudar en la salida del balón para recuperar la superioridad en el centro. Dicho y hecho: Joezfoon desapareció en la segunda parte y con él el dominio del Brentford.

Por si fuera poco, nada más empezar el segundo tiempo Bouchalakis demostró que su disparo con la zurda es aún mejor que con la derecha. Escorado, cerca del pico del área, se sacó un zurdazo que acabó en la escuadra de Bentley y provocó el delirio de los 1.658 aficionados del Forest que viajaron hasta Londres. El centrocampista griego, más allá de sus dos goles, fue clave para el Forest porque sacó el balón jugado con mucho criterio, sobre todo en la segunda parte. Puede acabar siendo un jugador importante para el equipo puesto que la posición de mediocentro es, quizás, una de las más débiles de la plantilla.

Todo parecía indicar que, contra pronóstico, el Forest se iba a llevar tres puntos de Brentford con relativa tranquilidad. Pero los desajustes defensivos volvieron a aparecer. De nuevo un saque de esquina. Otra vez un jugador que se incorpora desde atrás, ahora en el primer palo. Y, por supuesto, gol. Está claro que la tranquilidad en la defensa del Forest dura menos que la paz en Desembarco del Rey.

Cuando se auguraba un final complicado para el Forest, el equipo volvió a responder. Intentó mantener la posesión lo mejor que pudo y no renunció al ataque. Esta personalidad obtuvo recompensa. Una excelente jugada de Traoré por la banda, con bicicleta incluida, acabó llegando a Dowell, el jovencísimo cedido por el Everton que ya demostró buenas maneras en su debut ante el Millwall. Con la ayuda de un defensor, Dowell marcó el cuarto tanto del Forest y, con ello, un final del partido más tranquilo.

Aunque acabó encajando de nuevo, en el descuento, la realidad es que el cuarto de hora final supo manejarlo el Forest. Y ésta es una buena noticia. La temporada pasada el comportamiento habitual era echarse atrás. Muy atrás. Y parapetarse lo mejor que podía (que normalmente era mal, claro) cediendo el balón al rival. En Brentford, aunque tuvo que defender, la salida de Traoré y Carayol dio frescura para mantener mejor la posesión. El menhir Murphy jugó sus mejores minutos y aguantó bien el balón, incluso se sacó de la chistera un par de buenos pases, quizás gracias a algún brebaje curativo preparado por la Señora Pomfrey en el descanso.


Aunque hay mucho que mejorar, sobre todo en defensa, el partido del Forest fue solvente en líneas generales. En estos primeros partidos el equipo está demostrando personalidad y versatilidad. También una plantilla profunda para cambiar el desarrollo de los partidos sobre la marcha. Y lo que es mejor, el club vuelve a ser una entidad respetable y bien organizada. Pero, sobre todo, lo más importante es que por fin los aficionados están volviendo a disfrutar de su club y su equipo. Y eso ya es mucho, créanme. 

lunes, 7 de agosto de 2017

Una victoria inexplicable

El Nottingham Forest derrotó (1-0) al Millwall en el partido de la primera jornada de Championship que ambos disputaron en City Ground gracias a un gol del escocés Barrie McKay en la primera parte. Tres puntos, y gracias. Poco más puede decirse de una victoria que fue tan injusta como sufrida para los de Nottingham. Los aciertos de Jordan Smith, la increíble falta de puntería de los jugadores del Millwall, que parecían presa de un hechizo confundus cuando se acercaban a la portería del Forest, y un gol anulado al Millwall de manera bastante discutible ayudaron a que el Forest acabase ganando el partido sin saber muy bien cómo.

Pero como suele decirse, los goles no se merecen, los goles se marcan. Y eso fue cosa de Barrie McKay, el mejor de largo en el Forest. Una galopada del ex jugador del Glasgow Rangers mediada la primera parte acabó con un disparo seco desde la frontal del área que entró pegado al palo. Demasiado premio para un equipo local que en ningún momento supo hacerse con el ritmo del partido y sucumbió a los nervios, la presión y el juego vertical del Millwall. 
 
El partido representaba el comienzo de una nueva era para el Nottingham Forest tras la venta del club al millonario griego Evangelos Marinakis. Tras un verano de reconstrucción, tanto en las oficinas como sobre el césped, la ilusión ha vuelto a orillas del Trent. City Ground colgó el cartel de “no hay billetes” para presenciar este nuevo nacimiento del Forest tras los años caóticos de su anterior dueño, el kuwaití Fawaz Al Hasawi. Pero lo que se encontraron sobre el césped fue otra vez un equipo dubitativo en defensa e incapaz de mantener el balón ante la presión del rival y que deja muchísimos huecos en el repliegue defensivo. Sólo la falta de acierto del Millwall junto a los esfuerzos heroicos de Worrall, Mancienne y Smith impidieron una derrota.

La transición ofensiva tampoco estuvo excesivamente acertada, pero dejó detalles más esperanzadores para el futuro. Vaughan saca el balón de manera muy aseada, pero estaba demasiado sólo. Por delante, Barry McKay fue sin duda el mejor. Hábil con el balón, directo y veloz, es muy difícil quitarle la pelota en carrera. Es, además, muy disciplinado tácticamente. En la segunda parte, con la salida de Chris Cohen y el jovencísimo Kieran Dowell, el Forest cuidó más la posesión. Dowell, recién cedido por el Everton, dio muestras en tan sólo 20 minutos de sus posibilidades. Como McKay, tiene un trato exquisito del balón. Sabe conducirlo pero, sobre todo, sabe buscar la asociación con sus compañeros. Tiene pinta de jugón y es que, como decía Andrés Montes, los jugones siempre sonríen. Dowell, recién llegado al equipo, demostró un desparpajo y una calidad insólitos para sus 19 años. Con él en el campo el Forest tuvo más criterio y, si juega de manera habitual, el equipo propondrá mucho más fútbol.

Al final, con el equipo nervioso y replegado en su área, los balones largos del Millwall, incluso de saque de banda, causaron estragos en la defensa roja. Mark Warburton cambió el esquema para jugar con tres centrales y recuperó algo el control, pero aun así sufrió hasta el mismo pitido final. Mucho ha de mejorar el Forest en esta nueva era del club porque, de momento, mantiene los mismos problemas con que acabó la temporada pasada.