Buenas sensaciones y pocos goles

El Nottingham Forest empató (1-1) con el Bolton Wanderers en el partido de Championship que supuso la vuelta de Billy Davies al banquillo del City Ground. El tanto inicial de Andy Reid para el Forest fue contrarrestado por Craig Davies. El Forest acabó el partido metiendo al Bolton en su área, sobre todo tras la expulsión de Marcos Alonso a diez minutos del final, pero una vez más faltó calidad y acierto en el remate. Aunque el Forest posiblemente perdió dos puntos en un partido que debería haber ganado, la mejora en el juego, en las ganas de los jugadores y en el optimismo de la grada era evidente. El Rey Billy ha vuelto.

Hace ya casi dos años, una anodina tarde de domingo de julio cuando aún ni habían vuelto los equipos a entrenarse, la web del Forest sacudió Nottingham con la noticia: Billy Davies era despedido y su lugar lo ocuparía Steve McLaren. El escocés, que tan sólo dos meses antes había guiado al equipo a las eliminatorias de ascenso, se vio así privado de rematar su proyecto. Como si a Miguel Ángel, tras haber diseñado y empezado a construir la cúpula de San Pedro no le hubiesen permitido colocar la última piedra. Desde entonces no ha pasado semana sin que algún aficionado pidiese que volviera Davies. El trono de Brian Clough estaba vacante y en Nottingham muchos pedían la vuelta del rey escocés.

Casi veinte meses hubo que esperar, pero al final, y tras muchas vueltas. Billy está de vuelta. El Rey Billy ha vuelto, rezaba el programa y repetía machacona la megafonía antes del inicio del partido. Y debe ser Billy Davies uno de esos reyes escoceses que conjuraban a sus pueblos contra los ingreses, todos a una, porque hacía tiempo que no se notaba tanto optimismo a orillas del Trent. Es casi inexplicable que la llegada de un entrenador pueda cambiar el estado de ánimo colectivo de esta manera. Pero así fue. 

Para empezar, unos tres mil espectadores más de lo habitual acudieron a City Ground a ver la vuelta del rey. Una vez comenzó el partido, era difícil de creer que esos once tipos vestidos de rojo eran los mismos que jugaron contra el Watford y el Birmingham. Lo que era falta de ideas y desgana, se transformó en un juego veloz, vertiginoso, con mucha combinación en corto y aperturas a las bandas. Se vio posiblemente el mejor Forest de la temporada, a la altura de las grandes victorias contra el Cardiff y el Leeds. Hasta la defensa parecía sólida y segura, con Halford y Ward de centrales flanqueados por el chileno Jara y por Cohen, que volvió al lateral izquierdo. Collins, hasta ahora el capitán, se vio en el banquillo y es muy posible que se pase unos cuantos partidos allí.

Pero quizás la decisión más sorprendente de Davies fue situar a Andy Reid en el centro, justo por detrás de los delanteros. Un movimiento que tiene más lógica de lo que parece, porque Reid no es un extremo dechado de velocidad y, al final, siempre acaba yéndose hacia el centro. Davies evitó los problemas al irlandés y lo situó en una posición desde la que pudo mandar y distribuir juego. Como calidad no le falta, el Forest lo noto. Reid se ofreció para combinar y abrir el juego por banda. En la izquierda Cohen subía con frecuencia y en la derecha, mientras Jara quedaba más retrasado, Lansbury lució con brillo. El mejor partido de la temporada del ex-jugador del Arsenal. Aportó opciones de ataque y mucho trabajo en defensa. Sólo le faltó, como al equipo, el gol. Porque suya fue la mejor oportunidad del segundo tiempo, ya con el Forest por delante, cuando regateó a dos defensas pero mandó su remate alto.

Del Bolton no se vio mucho. Bueno, se vio a su portero, el húngaro Adan Bogdan, que vistió un traje naranja fosforito que seguramente se veía hasta en Leicester.  Camiseta a juego con el su pelirroja cabellera, que posiblemente distrajo a los delanteros del Forest, porque es difícil explicar tantos fallos en el remate. Junto a la de Lansbury, las oportunidades perdidas más clareas fueron para Cox en la primera parte y Henderson casi en el último minuto.

Ante tal falta de puntería, tuvo que ser Andy Reid, con una volea genial, quien adelantase al Forest en el segundo tiempo. Con el gol, y visto lo poco que había propuesto el Bolton, todo hacía pensar que el Rey Billy se estrenaría con victoria. Pero Dougie Freedman estuvo más listo. Sus cambios atacaron al Forest por su punto más débil, la banda izquierda donde Cohen empezaba a dar síntomas de cansancio. Primero perdió un balón que casi cuesta un gol, pero lo salvó Darlow para regocijo del público que coreó el nombre del joven portero. Luego dejó libre a Eagles, pero el centro al área se fue pasado. A la tercera, N’Gog volvió a ganar la partida a Cohen, visiblemente cansado, y puso en bandeja el empate a Davies.

Una verdadera pena, porque el Forest hizo méritos para llevarse la victoria. Casi todo fue perfecto en la vuelta del Rey Billy, pero faltó el remate, faltó el gol. Al menos, y ya es una mejoría, el equipo demostró que no ha olvidado su potencial. Dejó claro que puede hacer mucho más y salvar con algo de solvencia el lío en que los dueños han metido al club. Optar a las eliminatorias de ascenso ya es algo imposible, pero las buenas sensaciones permiten al menos pensar que el Forest acabará la temporada sin excesivos sobresaltos. Es hora de volver a mirar hacia arriba. Posiblemente no sea esta temporada, pero con paciencia quizás lleguen los objetivos. Las huestes del Rey Billy han vuelto.