El
Notingham Forest salió derrotado (2-1)
en su visita al Birmingham City gracias a sendos goles del escocés Burke para
los locales, que sólo pudieron ser contestados por un tanto de Billy Sharp, de
penalti, en el tiempo de descuento. Una derrota dura y especialmente amarga,
sobre todo para Alex McLeish, el técnico del Forest, que durante todo el mes de
enero intentó, sin éxito, fichar a Burke para los Reds. El destino y los
duendes del fútbol quisieron que fuese precisamente el pelirrojo interior
escocés el que dejase claro por qué el Birmingham rechazó la oferta de medio
millón de libras y pidió una cantidad superior que el Forest no quiso, o no
pudo pagar.
En medio de un ambiente
enrarecido por los fracasos en el último día del período de fichajes, el Forest
viajó a Birmingham con un ambiente enrarecido. Mientras que los jugadores
aseguraban que la plantilla se mantiene tranquila, los rumores sobre el
descontento del entrenador con los dueños del club se intensificaron cada
minuto desde el cierre del mercado invernal. Cada partido que pasa está claro
que este Forest no es el mismo que le endosó cuatro goles al Leeds. Ni el que
era capaz de remontar cuando se ponía por detrás en el marcador. Todos los
cambios, la mayoría sin explicación, que se han producido desde Boxing Day están
afectando al equipo. Es verdad también que en estos partidos ha faltado un
jugador clave, el argelino Adlene Guedioura que había asumido el papel de
mediocentro defensivo y le había dado mucha solidez al equipo en los últimos
partidos de Sean O’Driscoll.
Así las cosas, con la
confianza más bien baja, el Forest se presentó en Birmingham para intentar
enderezar el rumbo. El partido comenzó sin un dueño claro, con los nervios
imponiéndose a la calidad en ambos equipos. Poco a poco el Forest se hizo con
el mando del partido, sobre todo por la banda derecha donde Jara y Cohen se
entendieron bien. Faltó, sin embargo, más claridad en el último pase para crear
oportunidades ante la portería de Butland. Aun así, las mejores ocasiones
fueron para el Forest. Un remate de Halford, en un saque de esquina, fue
detenido por Butland en una palomita espectacular.
El Forest se mantuvo
relativamente seguro, pero cuando no quedaban más de 30 segundos para llegar al
descanso, ya en el tiempo añadido, de nuevo un error condenó al equipo: Contra
el Watford fue Danny Collins. Esta vez le tocó a Guy Moussi. El francés se hizo
un lío con Henderson y perdió un balón tonto en el medio del campo. Con un par
de pases, Burke se hizo con el balón y lanzó un zurdazo desde fuera del área
que se coló en la portería tras golpear en el larguero. Primer aviso del
escocés: Mirad lo que os habéis perdido, vino a decir.
Con el bajón moral del
gol, el Forest nunca logró sobreponerse en la segunda parte. Este equipo ya no
tiene ese ánimo, esa frescura que a pesar de los errores se le veía con Sean
O’Driscoll. Me aventuraría a decir incluso que la plantilla, por muy
profesional que sea, está menos contenta. Los jugadores ya no se divierten. Y,
se quiera o no, se nota en el campo.
Cierto es que el Forest
presionó y tuvo momentos en que embotelló al Birmingham en su área. Pero fue
porque los locales se conformaron con esperar a la contra. Y les salió bien. En
una de ellas, un ataque por la izquierda desbordó a Jara y el centro raso al
área lo remató, quién si no, Chris Burke, para aumentar más si cabe la miseria
del pobre Alex Mcleish. Fueron dos los goles del Birmingham, pero pudieron ser
más porque cada balón perdido por Moussi fue una invitación a una contra
vertiginosa. Sólo la mala puntería de Robet Hall y de Wes Thomas salvó al
Forest de salir goleado.
Y es
que a pesar de todo el empeño, al Forest le faltó fútbol. Sólo cuando entró
Majewski el equipo mejoró y adoptó una dinámica diferente. Tal y como está el
equipo, el polaco debe jugar cada minuto de cada partido. Es, de momento, la
mejor opción para hacer funcionar al Forest. Quizás con él y con la vuelta de
Guedioura el equipo se recupere. Y debe hacerlo pronto porque las cosas no
pintan bien. No hay buenas sensaciones, se siente demasiada negatividad en el
ambiente y, por si fuera poco, vienen tres partidos complicados. El primero, el
partido del morbo: la visita a Bristol donde espera Sean O’Driscoll. ¿Acabará
la historia igual que con Burke?
2 comentarios:
No se si habrán sido los fantasmas pero McLeish de mutuo acuerdo deja de ser entrenador del Forest, solo 40 días en el cargo. Los resultados no eran buenos pero era una apuesta de los dueños tras despedir sin motivos a O'Driscoll.
El Forest se ha convertido en un circo.
De risa la salida del manager McLeish, ojala se hayan dado cuenta del error que cometieron al despedir a SOD, que rectifiquen y contraten a alguien que sea capaz de conducir al equipo a los play offs de ascenso
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