martes, 5 de febrero de 2013

Chris Burke agita los fantasmas del Forest


El Notingham Forest salió derrotado (2-1) en su visita al Birmingham City gracias a sendos goles del escocés Burke para los locales, que sólo pudieron ser contestados por un tanto de Billy Sharp, de penalti, en el tiempo de descuento. Una derrota dura y especialmente amarga, sobre todo para Alex McLeish, el técnico del Forest, que durante todo el mes de enero intentó, sin éxito, fichar a Burke para los Reds. El destino y los duendes del fútbol quisieron que fuese precisamente el pelirrojo interior escocés el que dejase claro por qué el Birmingham rechazó la oferta de medio millón de libras y pidió una cantidad superior que el Forest no quiso, o no pudo pagar.

En medio de un ambiente enrarecido por los fracasos en el último día del período de fichajes, el Forest viajó a Birmingham con un ambiente enrarecido. Mientras que los jugadores aseguraban que la plantilla se mantiene tranquila, los rumores sobre el descontento del entrenador con los dueños del club se intensificaron cada minuto desde el cierre del mercado invernal. Cada partido que pasa está claro que este Forest no es el mismo que le endosó cuatro goles al Leeds. Ni el que era capaz de remontar cuando se ponía por detrás en el marcador. Todos los cambios, la mayoría sin explicación, que se han producido desde Boxing Day están afectando al equipo. Es verdad también que en estos partidos ha faltado un jugador clave, el argelino Adlene Guedioura que había asumido el papel de mediocentro defensivo y le había dado mucha solidez al equipo en los últimos partidos de Sean O’Driscoll.

Así las cosas, con la confianza más bien baja, el Forest se presentó en Birmingham para intentar enderezar el rumbo. El partido comenzó sin un dueño claro, con los nervios imponiéndose a la calidad en ambos equipos. Poco a poco el Forest se hizo con el mando del partido, sobre todo por la banda derecha donde Jara y Cohen se entendieron bien. Faltó, sin embargo, más claridad en el último pase para crear oportunidades ante la portería de Butland. Aun así, las mejores ocasiones fueron para el Forest. Un remate de Halford, en un saque de esquina, fue detenido por Butland en una palomita espectacular.

El Forest se mantuvo relativamente seguro, pero cuando no quedaban más de 30 segundos para llegar al descanso, ya en el tiempo añadido, de nuevo un error condenó al equipo: Contra el Watford fue Danny Collins. Esta vez le tocó a Guy Moussi. El francés se hizo un lío con Henderson y perdió un balón tonto en el medio del campo. Con un par de pases, Burke se hizo con el balón y lanzó un zurdazo desde fuera del área que se coló en la portería tras golpear en el larguero. Primer aviso del escocés: Mirad lo que os habéis perdido, vino a decir.

Con el bajón moral del gol, el Forest nunca logró sobreponerse en la segunda parte. Este equipo ya no tiene ese ánimo, esa frescura que a pesar de los errores se le veía con Sean O’Driscoll. Me aventuraría a decir incluso que la plantilla, por muy profesional que sea, está menos contenta. Los jugadores ya no se divierten. Y, se quiera o no, se nota en el campo.

Cierto es que el Forest presionó y tuvo momentos en que embotelló al Birmingham en su área. Pero fue porque los locales se conformaron con esperar a la contra. Y les salió bien. En una de ellas, un ataque por la izquierda desbordó a Jara y el centro raso al área lo remató, quién si no, Chris Burke, para aumentar más si cabe la miseria del pobre Alex Mcleish. Fueron dos los goles del Birmingham, pero pudieron ser más porque cada balón perdido por Moussi fue una invitación a una contra vertiginosa. Sólo la mala puntería de Robet Hall y de Wes Thomas salvó al Forest de salir goleado.

Y es que a pesar de todo el empeño, al Forest le faltó fútbol. Sólo cuando entró Majewski el equipo mejoró y adoptó una dinámica diferente. Tal y como está el equipo, el polaco debe jugar cada minuto de cada partido. Es, de momento, la mejor opción para hacer funcionar al Forest. Quizás con él y con la vuelta de Guedioura el equipo se recupere. Y debe hacerlo pronto porque las cosas no pintan bien. No hay buenas sensaciones, se siente demasiada negatividad en el ambiente y, por si fuera poco, vienen tres partidos complicados. El primero, el partido del morbo: la visita a Bristol donde espera Sean O’Driscoll. ¿Acabará la historia igual que con Burke?

2 comentarios:

cityground dijo...

No se si habrán sido los fantasmas pero McLeish de mutuo acuerdo deja de ser entrenador del Forest, solo 40 días en el cargo. Los resultados no eran buenos pero era una apuesta de los dueños tras despedir sin motivos a O'Driscoll.

El Forest se ha convertido en un circo.

Ricardo Carranza dijo...

De risa la salida del manager McLeish, ojala se hayan dado cuenta del error que cometieron al despedir a SOD, que rectifiquen y contraten a alguien que sea capaz de conducir al equipo a los play offs de ascenso