Premio a la constancia

El Nottingham Forest derrotó al Shefield Wednesday (1-0) en el partido de Championship que ambos disputaron en City Ground gracias a un gol en propia puerta del central español Miguel Llera. Toda una paradoja que un encuentro abierto en el que ambos equipos crearon muy buenas ocasiones acabase decidiéndose con un desafortunado pero preciso cabezazo de un central en su propia portería.

Tras los amistosos de selecciones del miércoles Sean O’Driscol dejó en el banquillo a los internacionales Guedioura y Cox, dando entrada a Blackstock y Jenas. El primer partido como titular para el canterano del Forest tras su regreso a Nottingham desde el Tottenham. Como resultado el Forest ganó poderío físico en la delantera, pero también perdió un poco de velocidad en el centro del campo. Jermaine Jenas, el hijo pródigo del norte de Londres, demostró su calidad. Tiene clase de sobra para esta división. Su toque de balón es sutil y certero; además le da al partido una pausa y una visión de juego que le permite ir cinco segundos por delante de los rivales. El problema fue, sin embargo, que Jenas bajó a recibir excesivamente cerca de la defensa, solapándose demasiado con Gillet. Le faltó un poco de profundidad o, de manera alternativa, más apoyos para triangular y llevar el balón hasta los delanteros. Aun así, Jenas completó una buena primera parte y le puede aportar mucho al equipo. Poco después del descanso fue sustituido por Guedioura, que le dio al equipo la intensidad que necesitaba en un partido que resultó ser frenético.

Y es que posiblemente se vio este fin de semana el fútbol más entretenido de toda la temporada en City Ground. Un encuentro abierto, de ataque constante como les gusta a los puristas ingleses, esos que se aburren cuando ven a España ganar partido tras partido. Aunque con planteamientos distintos, los dos equipos buscaron la portería contraria con asiduidad. El partido empezó con un ritmo endiablado al que el Shefield Wednesday se adaptó mejor. Con sólo tres minutos transcurridos Lee Camp ya había hecho dos paradas importantes a sendos remates de Madine. Le costó al Forest entrar en la propuesta de los de Sheffield, pero cuando por fin se apropió del balón también atacó con fiereza y asiduidad. Le faltó quizás la velocidad que si pusieron los visitantes con su fútbol más directo y de contraataque. 

Desde el pitido inicial la tarde discurrió con un constante intercambio de golpes. Tras cada ataque, casi sin posibilidades de respirar, el juego llegaba enseguida al área contraria. Y así sucesivamente. Andy Reid tuvo la mejor ocasión para el Forest en la primera parte, cuando una combinación con Sharp lo dejó sólo ante el portero. Por fortuna para el Sheffield Wednesday Kirkland salió con rapidez a tapar el remate del irlandés que al final acabó en un saque de esquina. 

Con tanto trabajo achicando balones en uno y otro lado, fueron posiblemente los centrales de ambos equipos los que más lucieron, puesto que los delanteros se pusieron de acuerdo para no acertar con la portería. Gardner en los visitantes y Collins y Moloney por el Forest estuvieron sobresalientes toda la tarde. Es necesario destacar sobre todo el partido de Collins, que despejó sobre la línea la mejor ocasión del Shefield Wednesday en un remate a bocajarro de Bothroyd. 

Menos suerte tuvo, para su desgracia, el compañero de Gardner en la zaga visitante, Miguel Llera. Con la entrada en la segunda parte de Guedioura y Lansbury el Forest encontró la profundidad y el músculo que le había faltado hasta entonces. Pasó de dominar el balón a crear verdadero peligro. El Forest, incansable toda la tarde, siguió con su plan de juego, pero los cambios mejoraron mucho la ejecución.

Poco antes del gol de la victoria Lansbury desperdició una inmejorable ocasión de abrir su cuenta como jugador del Forest. Blackstock le devolvió una pared dentro del área y Lansbury, a escasos cinco metros de la portería, mandó el balón por encima del larguero. En rugby hubiese ganado tres puntos. Pero el Forest siguió insistiendo y por fin mediada la segunda parte obtuvo premio. Dada la falta de puntería del Forest, tuvieron que ser los visitantes los que marcaran, pero en su propia portería. Chris Cohen puso un muy buen centro desde la derecha. Miguel Llera se vio rodeado Sharp entraba al primer palo y, por detrás, Blackstock al segundo esperando el fallo. En el intento por evitar la llegada de los atacantes del Forest Llera acabó despejando un poco desequilibrado, lo que le impidió dirigir su cabezazo y acabó mandando el balón a la escuadra de Kirkland. 

Como si de un sedante se tratase, el gol calmó el partido de repente. El Forest, que en otros partidos ha sido un manojo de nervios, se hizo con el control del juego y no dejó acercarse a su rival al área de Camp. Fue un golpe de suerte, sí, pero también un premio a la constancia y a la insistencia del Forest.