El Nottingham
Forest consiguió sacar un empate (2-2) en su visita liguera al Leicester City
gracias a los goles de Adlene Guedioura y Simon Cox (de penalti), que igualaron
los tantos de Elliot Ward en propia puerta y David Nugent para los locales.
Casi más importante que los goles marcados, sin embargo, fueron los esfuerzos
defensivos a la desesperada que mantuvieron al Forest a flote ante las
acometidas ofensivas del Leicester. Una vez más, esos misterios del fútbol. Si
en casa ante el Middlesbrough los de Nottingham merecieron mucho más que un
empate sin goles, este soleado sábado en Leicester serán los hombres de Nigel
Pearson quienes se pregunten cómo demonios dejaron escapar por dos veces su
ventaja en el marcador.
El Leicester
City demostró por qué es uno de los favoritos al ascenso. Lo tiene casi todo.
Una de las mejores parejas de centrales del campeonato, Morgan y Whitbread,
acompañada por Danny Drinkwater, un centrocampista todoterreno de esos que
tienen tanta energía que nunca acaba deshidratado a pesar de cubrir metros y
metros durante el partido. Drinkwater rebaña balones en defensa con la misma
facilidad que lanza a sus compañeros al ataque. En el aspecto ofensivo el
Leicester fue también una fuerza difícil de domar. David Nugent ganó la espalda
de los centrales del Forest con excesiva facilidad. Pero fue sobre todo la
velocidad del francés Knockaert lo que más dolores de cabeza dio al Forest.
Tanto en la banda como dibujando diagonales, Knockaert fue el mejor jugador del
partido. Muy difícil de parar en velocidad, también tiene buena visión del
juego. Suyo fue el pase que Nugent aprovechó para marcar el segundo gol del
Leicester con un delicado globo por encima de Camp.
En realidad, la
diferencia entre ambos equipos se resumió en quince metros. La distancia que la
defensa del Leicester sí adelantó su línea, comprimiendo el juego y presionando
con insistencia a Gillet y Guedioura. Por el contrario, la zaga del Forest
reculó con demasiada facilidad, dejando esos preciosos quince metros a
jugadores rápidos y habilidosos que supieron aprovecharlos. Parece un detalle
sin importancia. No es mucho más de diez pasos, pero en esa pequeña franja de
terreno fraguó el Leicester su superioridad.
Desprovisto del
balón y ante una marea ofensiva, el Forest tuvo que recurrir a la heroica. Y le
salió bien. Dos paradas de Camp, un balón que sacó Ward en la línea compensando
su autogol, y un despeje de Reid de cabeza bajo palos, todos en la segunda
parte, permitieron al Forest mantener el empate.
Eso y los toques
de calidad. Este Forest no es el del pelotazo de Cotterill de la temporada
pasada. Tiene jugadores como Cox o Sharp, y del banquillo salen suplentes como
Jenas. El jugador cedido por el Tottenham disputó casi toda la segunda parte y
demostró que en esta categoría tiene talento y visión suficientes para ser una
pieza fundamental del Forest en cuanto recupere la forma física para jugar
noventa minutos. El salto de calidad le permite al Forest empatar partidos que
antes perdía. Podrá naufragar en defensa, pero siempre puede crear algo. Y así
fue en la primera parte, cuando Cohen y Cox jugaron una buena pared por la
banda, con un centro al área que remató Guedioura de forma precisa. Cuatro
toques, un gol. No hace falta más.
Y luego llegó el
penalti. En Nottingham casi no se acuerdan de qué ocurre cuando el árbitro
decreta la pena máxima. Lo normal cuando al equipo no le han pitado ningún
penalti en catorce meses. En una de las escasas incursiones en el área, Sharp
controló el balón y Whitbread se lanzó a sus pies. ‘¡Tocó el balón¡ ¿Cómo es
posible que entre cuatro árbitros no lo vean?’ bramó en la sala de prensa Nigel
Pearson, el entrenador con cara de pocos amigos del Leicester. Sí, Pearson no
se equivoca, Whitbread tocó el balón. Pero se olvida de comentar que por el
camino se llevó la pierna de Sharp, haciendo tijera y derribándolo. Puede que
en Nottingham no se acuerden de qué es un penalti, pero el árbitro lo tuvo claro
y acertó. Como lo hizo Simon Cox, que marcó desde el punto burlando la estirada
de Schmeichel.
Un empate que
sabe a victoria en Nottingham y posiblemente a derrota en Leicester. Una vez
más, otro de esos días en que los dioses del fútbol, caprichosos, se alinean
para dar vuelta a la lógica e incluso al juego. Y es que al fútbol puede jugarse de multitud de maneras, por
más que a muchos profetas les duela. Al final todo acaba decidiéndose en
detalles, en escasos quince metros.
3 comentarios:
Sencillamente genial lo de Drinkwater...jeje. Veo que podeis estar contentos con el punto por lo que yo tambien. A ver si Jenas coge el ritmo como dices y le veis más...tanto como para quedaroslo en propiedad.
Un saludo
Ya tenemos enviados especiales hasta en los desplazamientos, gracias al amigo Borja.
Esta vez el empate sabe mucho mejor que contra el Boro, el Leicester tuvo mas ocasiones y con 2-1 nos perdono la vida. Pero el equipo supo resistir y sacar un punto. El penalti me parece claro, puede tocar balón pero el defensa hace la tijera con la otra pierna y lo derriba, para uno que nos pitan. El 1º gol del Forest es una jugada muy bonita. En el gol del Nugent nos cogen muy fácil la espalda a los centrales.
El sábado contra el Sheffield Wednesday hay que volver a ganar en casa que ya toca.
Aún tenemos mucho que mejorar. El Milwall y el Leicester nos han creado demasiadas oportunidades. Tres partidos sin ganar por el momento. Una racha que hay que romper el sábado.
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