El Nottingham Forest salió derrotado
(2-1) por el Birmingham City en el partido del Championship que ambos
disputaron en St. Andrews el sábado. Un golazo de Cotterill en la primera parte
y un penalti convertido por Caddis en el minuto 90 inutilizaron el tanto de
Britt Assombalonga para el Forest.
No fue un partido fácil para los de
Nottingham. Más bien fue una tortura de principio a fin. El nuevo Birmingham de
Gary Rowett juega compacto, frustrando al rival y saliendo con rapidez al
ataque por las bandas. Y por si fuera poco, los locales se encontraron con un
gol nada más comenzar el partido. La situación ideal para desplegar su plan y
frustrar al Forest.
Y a fe que lo consiguieron. El partido se
convirtió en uno de esos encuentros de mucho intercambio y pocos disparos. Un
juego árido, pesado y físico. Tan difícil de deglutir como una docena de
polvorones sin agua. No se puede decir que el Forest fuese un desastre como
contra el Brentford, por ejemplo. Ni que jugase mal. Pero por más que lo
intentó casi no generó peligro.
Le faltó energía, y quizás algo más de
personalidad, para sobreponerse a la tortura a la que constantemente lo
sometieron Robinson y el resto de la línea defensiva. Siempre bien colocados,
no había balón al que no llegasen antes o con más fuerza. Hubo momentos en que
el Forest parecía estar tenso y sin respuesta, como quien se tumba en la silla
de un dentista sin saber muy bien qué esperar.
A pesar de todo, con mucho esfuerzo y
algo de persistencia, Assombalonga (quién si no) cazó un gol prácticamente al
final del partido. Por entonces Pearce había ya quemado todas las naves.
Demostrando que quizás sea un entrenador más sofisticado de lo que su fama da a
entender, el Forest jugó el último cuarto de hora con tres defensas y poblando
mucho más el campo del rival para dar más trabajo a su zaga. Fueron los mejores
momentos del Forest de la mano de Osborn y Paterson.
Cuando todo parecía dirigirse a un justo
empate, un córner a favor de los locales acabó con Assombalonga expulsado por
parar con la mano el cabezazo de un rival. La mano es clara, de eso no hay
duda. Pero lo extraño es que el penalti, y la expulsión del pichcichi de Championship,
la decretó el cuarto árbitro desde su posición junto a los banquillos. Tras
consultar con él, el árbitro concedió la pena máxima que acabó dejando al
Forest sin puntos. Pero quizás mucho
más grave que la derrota sea perder a Assombalonga por tres partidos por su
expulsión. Con el equipo intentando sacudirse la racha negativa, jugar sin uno
de los referentes de la plantilla y la afición no va a ser fácil. Más o menos
como cuando sale uno del dentista con la boca aún dormida, así se ha quedado el
Forest para los próximos tres partidos.
1 comentario:
Crónica de Borja que estuvo en Birmingham el sábado.
Doble mala noticia, la derrota y la expulsión de Assombalonga que se perderá 3 encuentros. La mejor opción seria que Fryatt juegue más de 9 y que por detrás salga Paterson o Ince.
El penalti y expulsión son claros, pero es muy raro ver que sea el 4º arbitro quién se lo indique al colegiado. Ni el arbitro ni el linea lo vieron.
Ahora a pensar en el Charlton.
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