El Nottingham Forest se impuso al Derby County (1-0)
gracias a un gol de cabeza de Jack Hobbs en el partido de máxima rivalidad
regional que ambos equipos jugaron en The City Ground. Con esta victoria el
Forest recuperó el Trofeo Brian Clough, en posesión de los visitantes desde
hace dos temporadas.
En un partido de mucha lucha y poca calidad, una
jugada a balón parado le fue suficiente al Forest para doblegar a los eternos
rivales. Los de Billy Davies supieron jugar el partido porque tuvieron claro
desde el inicio su plan de acción. Desde un principio, Billy Davies decidió
rendir homenaje al Stoke City a orillas del Trent. Y es que el espíritu de Tony
Pulis se pudo sentir, palpar, tanto como la presencia de los dementores en una
noche gélida en Privet Drive. No había más que echar un ojo a la alineación del
Forest. Hobbs y Collins de centrales, más Moussi por delante, no auguraban
precisamente mucho toque sutil de balón. Era una clara declaración de
intenciones, el Forest iba a la guerra. Por delante, Henderson tomó el relevo
de Cox en el once inicial. Un delantero tanque y luchador en vez de uno
habilidoso, rápido y escurridizo. Así las cosas, el planteamiento del Forest
fue honesto desde el principio. Que nadie esperase virtuosismos, el equipo iba
preparado para luchar, ir al choque y pasar la presión del Derby con balones
largos. Ante esto, los carneros de Nigel Clough se vieron desbordados. Su idea
era quizás más plástica, pero salieron perdiendo de cada choque, de cada balón
dividido e incluso de todos y cada uno de los centros que pusieron en el
corazón del área. Hobbs y Collins fueron dos colosos inexpugnables toda la
mañana.
No fue hasta bien entrada la noche en las East
Midlands cuando saltó la noticia de que la derrota de los visitantes le había
costado el puesto a su entrenador, Nigel Clough. Entre valoraciones de la
decisión, se descubrió lo que muchos ya intuimos antes de que comenzase el
partido. Tony Pulis, en cuerpo y no sólo en espíritu, presenció el partido en
el estadio. Y es que las vibraciones de uno de los iconos de los banquillos
ingleses no pasan desapercibidas. Tal es el magnetismo de Pulis y su ya
legendario Stoke City que en la segunda parte el Forest, tras luchar y
defenderse a pelotazo limpio, dio entrada a Gregg Halford. El defensa
reconvertido en delantero centro bien podría heredar el trono de Rory Delap,
como demostró con un par de saques de banda que puso en el punto de penalti.
No fue desde luego un clásico del fútbol este
encuentro entre los eternos rivales que quedaron unidos para siempre por las
figuras de Peter Taylor y Brian Clough. Hubo bastante más lucha que juego. Más
balones largos que pases al hueco. Pudieron contarse más tarjetas y faltas que
ocasiones claras de gol. Si no fuese por la tensión de la rivalidad, el resumen
del encuentro no merecería mucho más de un minuto en la televisión. Con todo,
el Nottingham Forest fue justo ganador. Supo desenvolverse en la tensión mucho
mejor que sus rivales, que parecían amedrentados por la ocasión y por el ímpetu
del Forest.
Los hombres de Billy Davies tuvieron las mejores
ocasiones. Para ser más precisos, Henderson las tuvo. El espigado delantero
falló un cabezazo a placer en la primera parte y, aún peor, un penalti en la
segunda a diez minutos del final del partido. La segunda pena máxima
consecutiva que falla el Forest esta temporada. Otro detalle en que se nota la
baja de Lewis McGugan. El Derby County
controló el juego durante bastantes períodos, tanto en la primera como en la
segunda parte, pero su presencia en el campo rival nunca resultó peligrosa.
Rara vez llegaron los carneros a entrar en el área. Sus balones colgados fueron
devueltos una y otra vez por Hobbs, Collins, Cohen o quien se terciase en una
camiseta roja. Y sus disparos, casi siempre desde fuera del área, se fueron
desviados o acabaron en las manos de Darlow. Ante un Forest muy básico y algo
primitivo, el Derby ofreció escaso fútbol.
Ni siquiera su estrella emergente, Will Hughes, contribuyó al juego
salvo en los cinco últimos minutos del partido, cuando sus compañeros lo
buscaron con más insistencia. Hasta entonces Hughes pasó totalmente
desapercibido porque no se ofreció con asiduidad y tendió a quedarse escondido
en una banda.
A la contra y con las ideas mucho más
claras, el Forest supo ser más efectivo y explotar las debilidades del rival.
Sintiendo el aliento de Pulis en los huesos, la victoria llegó a balón parado
en un saque de esquina. Hobbs, el mejor jugador del partido, coronó con un
soberbio cabezazo en el primer palo su excelente y sólida actuación defensiva.
Como lo hacen los grandes de verdad, como lo hacía el Stoke City de Tony Pulis
que, por unas horas, se hizo presente, en cuerpo y espíritu (¡pero sin gorra!)
a orillas del Trent.