El Leeds United derrotó con extrema facilidad (0-4) al Nottingham Forest en un partido desastroso, que los visitantes dominaron con facilidad desde el primer minuto hasta el pitido final y en el que los hombre de Steve Cotterill podrían considerarse afortunados por haber encajado sólo cuatro goles. El Leeds, en realidad, estuvo bastante desacertado de cara a la portería de Lee Camp, al que se le vino encima un chaparrón de notables consideraciones ante la incapacidad de su defensa para contener la presión, la velocidad y el juego físico que planteó el Leeds.
El Nottingham Forest ha sido siempre un club señor; todo lo contrario que el Leeds, que ganó todos sus trofeos haciendo trampas, como bien explicó Brian Clough. Por eso, los Reds decidieron rendir un sentido homenaje a Gary Speed, el seleccionador de Gales que se suicidó de manera trágica el pasado domingo. Debía estar el Forest tan afectado por la muerte de Speed, que en vez de recordarlo con un minuto de silencio decidió hacerlo con noventa minutos de ausencia de fútbol y cediéndole con gusto la victoria al Leeds para aliviar las penas por la dolorosa pérdida de su exjugador. Y es que cuando el Forest se propone algo, lo hace a lo grande. Mejor perder 0-4 que con un gol y de manera inmerecida, como contra el Hull por ejemplo. Descanse en paz Gary Speed.
El Nottingham Forest ha sido siempre un club señor; todo lo contrario que el Leeds, que ganó todos sus trofeos haciendo trampas, como bien explicó Brian Clough. Por eso, los Reds decidieron rendir un sentido homenaje a Gary Speed, el seleccionador de Gales que se suicidó de manera trágica el pasado domingo. Debía estar el Forest tan afectado por la muerte de Speed, que en vez de recordarlo con un minuto de silencio decidió hacerlo con noventa minutos de ausencia de fútbol y cediéndole con gusto la victoria al Leeds para aliviar las penas por la dolorosa pérdida de su exjugador. Y es que cuando el Forest se propone algo, lo hace a lo grande. Mejor perder 0-4 que con un gol y de manera inmerecida, como contra el Hull por ejemplo. Descanse en paz Gary Speed.
Steve Cotterill decidió cambiar el equipo de inicio, dando entrada a Reid y Anderson y moviendo a McGugan al centro. En teoría, una alineación lógica jugando en casa. Sobre el césped, sin embargo, fue un desastre. McGugan apenas participó en el juego y quizás debería pasar por el banquillo algún partido. Reid intentó organizar un poco el ataque del equipo, pero se encontró demasiado solo y, además, la pujanza de Snodgrass por su banda le obligó a ayudar a un desbordado Cunningham, que como todo el equipo también tuvo una mala noche.
El Leeds no jugó un partido especialmente vistoso, pero fue mejor en todo momento y con un fútbol básico pero efectivo desarmó al Forest. Los de Simon Grayson salieron con ganas, con mucha determinación y dispuestos a llevarse el partido. Ganaban todos los choques, se llevaban cada balón dividido. En definitiva, jugaron con más ganas, con más fuerza y con más calidad en todas las parcelas del campo. El primer gol del partido es un resumen perfecto de los noventa minutos. Un balón relativamente inocente de Camp hacia la banda izquierda, es controlado por Moussi, que tenía tiempo de sobra. Sin embargo, Snodgrass llega con fuerza, carga hombro con hombro y le roba el balón. Simplemente porque puso más empeño y más fuerza. Tras el robo, el interior escocés eludió a dos defensas y disparó raso al palo izquierdo batiendo a Camp. Un gran remate, sin duda, pero lo que definió la jugada, y todo el encuentro, fue la fragilidad defensiva de Moussi ante el empuje de Snodgrass.
Por si fuera poco, los siguientes goles del Leeds llegaron en momentos muy importantes, matando la poca moral que pudiese quedarle al Forest. A pesar de ser dominado por completo, el Forest resistió sólo con un gol hasta casi el descanso, pero un remate a la escuadra desde 25 metros de Howson puso el segundo en el marcador poco antes del descanso, y de paso mató el partido. Para completar la miseria de los locales, a los cuatro minutos del segundo tiempo, Becchio remató solo en el primer palo un centro desde la banda izquierda (de nuevo Cunningham y Reid desbordados). Otro balón suelto, otro jugador al que no se presiona y se le permite centrar con facilidad y otro balón colgado al área que no se defiende en condiciones. Como en Cardiff y Portsmouth, los mismos errores de los que se benefició el Ipswich y, quizás más preocupante, la misma debilidad que empezó con McLaren y parecía ir desapareciendo tras la llegada de Steve Cotterill.
Es difícil encontrar algo positivo en el partido del Forest. De lo poco que quizás pueda salvarse, a pesar del resultado, sea que Steve Cotterill intentó corregir a su equipo hasta la extenuación, pero sin conseguirlo. Vista la avalancha de la primera parte, reordenó la alineación inicial tras media hora de juego en un 4-5-1 para intentar tapar el medio del campo. Algo mejoró el equipo, pero el trallazo de Howson acabó con el intento. En la segunda parte dio entrada a Miller, el único que generó algo de peligro, y optó por un 4-2-3-1, con Reid más hacia el centro. Evidentemente tampoco funcionó, pero no se puede decir que Cotterill no intentó buscar soluciones. Quizás le faltó astucia para sustituir a McGugan por Greening, pero el equipo necesitaba marcar goles, no defender. De todas maneras, a pesar de los cambios de jugadores y de estrategia, el equipo siguió perdido. Hubiesen necesitado un mapa del merodeador, con puntitos y nombres señalando la posición de los jugadores rivales, para no perderlos de vista en cada ataque. Y es muy posible que ni así hubieran conseguido algo, porque la noche fue aciaga de principio a fin.
Con esta derrota el Forest vuelve a ocupar puestos de descenso a League 1, y lo que es más preocupante, es el equipo que más goles ha encajado de la división. Steve Cotterill tiene mucho trabajo por delante. Tras el partido dejó bien claro que espera poder fichar jugadores en enero, pero para eso antes tendría que vender. Una situación que puede volverse muy tensa, con rumores de altas y bajas que en nada beneficiarán al equipo. A pesar del mal juego y del resultado, el equipo necesita ahora más que nunca a su afición para poder salir de este bache de resultados. Lo primero debe ser trabajar la defensa, hay que construir el equipo desde atrás y hacerlo difícil de batir. Es fácil analizar a toro pasado, pero la apuesta ofensiva incluyendo a Reid y Anderson salió mal y quizás sea mejor usarlos como revulsivo para resolver partidos en el último tramo si se ha conseguido mantener la portería a cero. Cotterill y los suyos tienen mucho trabajo, y deben empezar el sábado en Brighton.
Nueva crónica de BG.