viernes, 28 de septiembre de 2018

Tres victorias seguidas para seguir creciendo


Hacia mucho tiempo que el Forest no encadenaba tres victorias seguidas; tras vencer al Sheffield Wednesday en un buen encuentro, sufrió para deshacerse de un correoso Rotherham, en un partido que se decidió por un penalti en el tramo final, y este miércoles lograba acceder a octavos de final de la Copa de la Liga tras derrotar por 3-2 al Stoke City en un partido que se complicó en los últimos minutos tras llevar una cómoda ventaja de 3-0.

El último parón de selecciones parece que le ha sentado de lujo al Forest, desde entonces logró un meritorio empate en Swansea y las tres victorias comentadas anteriormente. Además el equipo ha mejorado bastante en el juego, sobre todo en el plano ofensivo. Destacar el buen rendimiento de Saidy Janko que fue el último en llegar para suplir la lesión de larga duración de Byram, el lateral derecho suizo se ha hecho con el puesto de titular en los últimos tres partidos de Liga.

El Roherham es uno de los equipos más modestos de la categoría pero fue un rival muy incomodo para el Forest con un fútbol compacto y defensivo. La primera parte fue muy cerrada con muy pocas llegadas al área por parte de los dos equipos, en la segunda mitad sí hubo más jugadas de peligro, un buen centro de Janko fue controlado por Carvalho pero no pudo batir a Rodak en su salida y Gil Dias con un disparo desde la frontal también puso a prueba al guardameta de los millers. Por los visitantes su mejor oportunidad estuvo en las botas de Towell pero su disparo desde cerca fue repelido por el palo. Ya en el tramo final del partido Osborn era derribado por Williams en un claro penalti, Grabban engañaba al portero y hacia el 1-0 definitivo. Tres puntos que sirvieron para colocar al Forest en novena posición con catorce puntos, a dos puntos de los puestos de play-off.

En la Carabao Cup, Karanka como era previsible hizo hasta ocho cambios respecto al equipo del último partido de Liga, solo repitieron Osborn, Watson y Gil Dias. El partido contra el Stoke fue mucho más loco, más copero. Al descanso el Forest se fue con un 0-2 gracias a los goles de Osborn tras aprovechar un rebote del portero pero mostrando esas ganas que le hace no dar un balón por perdido y el gol de Murphy que mandó el balón a la escuadra tras un inicio algo afortunado de la jugada. Y a los cinco minutos de la reanudación, Lolley con un disparo muy ajustado que daba en el poste hacía el 3-0. Todo parecía sentenciado pero al final el Stoke casi fuerza los penaltis, primero con un gol de Afobe a la hora de juego, después el propio Afobe estrella un remate en el larguero, a los 77 minutos es expulsado Gonçalves tras una fuerte entrada con los tacos, a los 83 minutos Berahino hace el 3-2 y en el descuento el propio Berahino cabecea fuera cuando estaba completamente solo. Se sufrió en exceso pero el Forest estará en el bombo del sorteo este próximo sábado.

A pesar de las dudas que ha generado el Forest en este inicio de campaña, la realidad es que el equipo está bien clasificado en Championship muy cerca de los puestos de play-off y ha superado tres rondas de la Copa de la Liga, superando a rivales de entidad como Newcastle y Stoke. Además el juego ha mejorado bastante en los últimos partidos, y se está demostrando que este año hay profundidad de plantilla algo esencial en una temporada tan larga y con tantos partidos.

El Forest el sábado visitará el campo del Blackburn Rovers que está protagonizando una buena campaña en su retorno a Championship, también tiene catorce puntos y solo ha perdido un partido al igual que nosotros.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Osborn y la cámara de los secretos


El Nottingham Forest derrotó al Sheffield Wednesday (2-1) en el partido de la octava jornada Championship que ambos disputaron en City Ground. Un gol de Lewis Grabban en la primera parte y otro de Joao Carvalho en la segunda dieron la victoria a los locales, que sufrieron más de lo debido en los últimos minutos del partido tras un tanto de Fletcher, de rebote, para los visitantes cuando se rozaba el minuto noventa. Con esta victoria el Forest se aúpa al undécimo puesto en la clasificación, tan sólo dos puntos por detrás de los puestos que dan acceso a las eliminatorias por el ascenso.

Cuenta la leyenda que en lo más profundo de City Ground puede encontrarse una pequeña habitación con un poder sobrenatural sobre los rivales. Dentro, junto con el espíritu de Brian Clough, se encuentran dos Copas de Europa. Por desgracia, en los últimos años esta cámara de los secretos del buen fútbol ha permanecido cerrada a cal y canto. Nadie parecía capaz de lanzar un conjuro lo suficientemente potente para que el buen fútbol regresase a orillas del Trent. Y es que sólo los elegidos tienen la magia futbolística necesaria para reabrir la puerta y petrificar a los rivales con su calidad y sus regates. Sólo los verdaderos herederos del mago Brian Clough tienen ese derecho y ese poder. Uno de ellos es, sin duda, Ben Osborn. El menudo y bajito centrocampista del Forest convertido en hombre para todo por su versatilidad dentro del campo. Salvo de portero, hemos visto a Osborn en casi todas las posiciones del equipo en los últimos años, pero no cabe duda que con su calidad debe jugar en el centro del campo.

No es casualidad, ni mucho menos, que la mejoría del Forest tras el parón de selecciones haya coincidido con la vuelta de Osborn a la medular junto a Carvalho y Cash, dejando por fin el lateral izquierdo en el que venía jugando desde principio de temporada. Osborn le pone mucha voluntad, pero no es defensa. Es un futbolista creativo con mucho fondo físico, ideal para una división como Championship. Es, además, un producto de la cantera. Y eso se nota en su implicación con el equipo. Siempre lo intenta, siempre se desmarca, siempre lo da todo. Contra el Sheffield Wednesday lo volvió a demostrar. Bajo su batuta el Forest se movió con confianza y con fuerza. Los de Karanka completaron uno de los mejores partidos de la temporada. No ya por calidad, sino por la presión al rival, la concentración defensiva y el esfuerzo solidario de los once jugadores sobre el césped. Por primera vez bajo la batuta del entrenador vitoriano se está empezando a ver un equipo de verdad.

El partido lo dominó el Forest desde el saque inicial. Ya a los veinte segundos de juego Grabban tuvo una buena oportunidad, fruto de la presión de Colback sobre la salida de balón del Wednesday. El pelirrojo centrocampista del Forest fue el complemento perfecto de Ben Osborn. Y es que todos los buenos magos deben tener un amigo pelirrojo para poder brillar con su calidad.

Cuando Osborn cogió el mando del partido, el Forest jugó con decisión y calidad. No se rifó en exceso el balón y se intentó combinar para llegar hasta el área visitante. El primer gol llegó en una jugada a balón parado, sin embargo. En una falta lateral, Osborn puso un centro medido con precisión milimétrica, como guiado por una varita, en la frontal del área pequeña para que Lewis Grabban cabecease a placer. Es el primer gol esta temporada del delantero estrella del Forest y el equipo corrió a felicitarlo con efusividad, sabedores de la importancia que la confianza puede tener para Grabban y el futuro del equipo.

Si la primera parte del Forest fue buena, la segunda aún resultó mejor. Tras el descanso el equipo aumentó un poco más el ritmo de juego, que quizás había sido un poco bajo a pesar del dominio. Fue entonces cuando llegó el mejor fútbol del Forest, siempre sustentado en el trabajo de Colback y Guedioura en el doble pivote y la calidad de Osborn y Carvalho en la media punta.

Los elegidos, aquellos que conocen los secretos que encierra esa cámara mágica, se entienden a la perfección. Si Carvalho y Osborn juegan juntos y son capaces de asociarse, siempre llevarán peligro. Pases al hueco del portugués para el menudo jugador de Derby, taconazos de Osborn para Carvalho, y así asociaciones en espacios cortos que consiguieron abrir a la defensa rival. El segundo gol del Forest llegó en una de estas. Osborn había fallado un remate (a pase de Carvalho por supuesto) tras quedarse solo ante el portero, pero recuperó el balón rápidamente. Dentro del área se desmarcó para recibir de nuevo de Carvalho, y en ese momento se abrió por fin la cámara de los secretos. Osborn, en vez de girarse, devolvió el favor con un taconazo. Al portugués aún le dio tiempo para deshacerse de su marcador con una sutil finta y mandar un remate cruzado al segundo palo. Gol y el mejor fútbol que se ha visto en City Ground en mucho tiempo.

El Forest siguió jugando con buen toque, con aplomo y con convicción. No se vino atrás, como ha hecho otras veces esta temporada tras ir ganando, sino que continuó presionando al rival. Bien colocado sobre el campo, no sufrió en exceso hasta que un golpe de suerte sonrió a los visitantes. Steven Fletcher se encontró un balón en la frontal del área, disparó sin excesiva convicción pero un rebote mandó el balón dentro de la portería de Pantilimon.

Quedaban sólo dos minutos para llegar al noventa de juego y durante un rato la cámara secreta se cerró de golpe. Volvieron las dudas y algo de miedo, como si un basilisco cruzase por el campo y entre le público. Pero duró poco. En los últimos momentos del tiempo añadido el Forest recuperó la compostura, se hizo de nuevo con el balón y hasta pudo marcar de nuevo. Sí, fue Osborn, como no, el que casi coloca el tercer gol en el marcador. Era su día.

Una merecida victoria que, más allá del resultado, dejó buen sabor por el dominio del juego, el rigor defensivo y la impresión de que por primera vez esta temporada el equipo parece haber encontrado una regularidad que es necesaria para sentar las bases de una buena temporada en esta división. Por supuesto, conviene no dejarse llevar demasiado por la euforia, que al fin y al cabo esto es el Forest, un especialista en triturar ilusiones de sus aficionados. Pero sí parece que, poco a poco, y de la mano de Osborn, se está volviendo a abrir esa cámara de los secretos tanto tiempo cerrada.