El Nottingham Forest derrotó al Sheffield
United (2-1) en el partido de Championship que ambos jugaron en City Ground el
sábado. Lo goles de Cummings y Dowell para el Forest dieron la vuelta al
tempranero tanto de Lundstram para los visitantes.
Y es que, fiel a la tradición de las últimas
jornadas, el Forest comenzó disparándose en el pie a poco del pitido inicial.
No habían pasado más de tres minutos desde el comienzo del partido cuando
Jordan Smith ya estaba recogiendo el balón del fondo de su portería. Y lo peor
no era el gol en sí, que añadía aún más presión al equipo en una semana de
muchos nervios. Más allá del tanto encajado, el problema fue la sensación de
impotencia del Forest durante esos tres minutos iniciales. El Sheffield United
hizo muy bien los deberes y, con la lección aprendida, se dispuso a presionar
arriba con vigor hasta asfixiar a los jugadores locales, que fueron incapaces
de pisar el campo rival hasta que sacaron de centro, por segunda vez, tras el
gol.
Los visitantes intentaron repetir en City
Ground lo que ya hiciese hace unas semanas el Leeds. Líneas adelantadas, presión
alta y muchos jugadores cerca del área del Forest para evitar que saque el balón
jugado y, a ser posible, aprovechar los errores en el pase. Por suerte, a este
sorprenderte Sheffield United, un recién ascendido que llegó a Nottingham en
posición de ascenso directo, le falta la calidad que tiene la plantilla del
Leeds. Su toque en ataque era mucho más impreciso y, sobre todo, se partió con
más facilidad. No supo mantener las líneas tan juntas como debiera, y eso
facilitó la remontada local.
En una demostración de carácter, la joven
plantilla del Forest no se vino abajo a pesar del mal comienzo. No es nuevo;
este grupo de jugadores tiene espíritu de lucha y cree en su patrón de juego.
Eso lo hemos visto ya en varios partidos. El empate vino de la mano de Jason
Cummings, quien se aprovechó de un mal despeje de la defensa rival en un saque
de esquina y remató con fuerza fuera del alcance de Blackman. Sólo habían
pasado seis minutos desde el gol encajado y el empate tranquilizó tanto a la
grada como al equipo.
Lo que siguió, en la primera parte, fue
de nuevo una muestra de que Mark Warburton va por el buen camino. El Forest
dominó. Quizás no jugó tan bien como lo hizo contra el Fulham, pero sí con más
control y efectividad. Resistió bien en defensa una vez que el experimento de
jugar con tres centrales dio paso a una zaga más clásica de cuatro. Parapetado
en un 4-4-2 y con Ben Osborn moviendo con energía al equipo, el Forest atacó
bien por las bandas, sobre todo la izquierda en la que Traoré le ganó la
partida al americano cedido por el Totenham Carter-Vickers. Merced a ese juego
por las bandas, llegó el gol de la victoria. Una apertura a la derecha, un
cambio de juego a la banda contraria y allí Traoré devolvió el balón al corazón
del área para que el joven Dowell rematase la remontada del Forest. Fue un gol
de equipo, y una muestra de lo que, con paciencia, esta plantilla puede llegar
a dar de sí.
Contra todo pronóstico, el Forest
consiguió defender con entereza y aguantar el resultado. No es muy normal ver
al equipo sólido en la zaga, pero ante el Sheffield United, aunque reculó hacia
atrás demasiado, supo mantener la tranquilidad. El trabajo de Bridcutt,
barriendo todos los errores que se dejaban los centrales, fue encomiable. El único
problema es que Bridcutt sale a una amonestación por partido porque tiene que
frenar demasiada veces a los rivales en falta. Se perderá más de un partido por
sanción a no ser que el equipo mejore el entramado defensivo.
Con
esta victoria el Forest recupera algo de tranquilidad y el equipo gana tiempo
para seguir trabajando. La racha de malos resultados estaba empezando a desatar
el nerviosismo y el pesimismo entre los seguidores, como cuando Dolores
Umbridge se hizo cargo de la Defensa de las Artes Oscuras en Hogwarts. Este
extremismo y falta de paciencia es lo que ha llevado al Forest a la situación
en la que se encontró la temporada pasada y no debe repetirse. Aunque aún queda
mucho trabajo, el equipo de Warburton este año ha mejorado de manera clara. El
fútbol es mucho mejor y los resultados tienen que llegar. Y qué mejor para que
lleguen que tras el parón internacional de selecciones, cuando el Forest viajará
a Derby a enfrentarse a un equipo que lleva una cabra en el escudo.
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