El Nottingham Forest
empató (0-0) con el Stoke City en el partido de Championship que ambos equipos
jugaron en City Ground. A pesar de lo que pueda indicar el resultado, no fue un
encuentro aburrido ni exento de calidad. Sí se trató, sin embargo, de una
partida intensa de ajedrez en la que ambos equipos acabaron anulándose
mutuamente, sobre todo por el excelente partido que disputaron los
centrocampistas en ambos bandos. Con este empate el Forest confirma su solidez
y la mejora en el juego que viene desarrollando en el último mes y medio. Es un
claro candidato a las eliminatorias de ascenso, como mínimo.
Lo mejor del partido para
el Forest, a excepción del resultado, fue la continuidad. Hasta las últimas
semanas el equipo de Karanka había alternado partidos buenos con auténticos
desastres. Con la visita del Stoke City, un recién descendido de la Premier con
jugadores de mucho renombre, el Forest finalizaba un periplo liguero que le ha
enfrentado a los dos líderes de la división (Leeds y Sheffield United), más el
citado Stoke. En los tres partidos el Forest ha sacado siete puntos y recibido
tan sólo un gol, con la mano. Bien es cierto que aún queda por solventar el
pequeño talón de Aquiles del ataque, puesto que en estos mismos tres partidos
el Forest sólo ha marcado dos goles. Un área que puede mejorar, sin duda, pero
que tampoco es alarmante. Mirando a las estadísticas de toda la temporada los
de Notingham, con 23 dianas en total, son el décimo equipo de la división en
número de goles. No es espectacular, pero tampoco ultra defensivo como a veces
se quiere hacer creer.
A falta de goles, este
duelo contra el Stoke dejó un buen sabor de boca porque el equipo fue
competitivo ante un rival que, si bien está por debajo de su potencial en la
clasificación, tiene futbolistas de renombre. Uno de ellos, el galés Joe Allen,
fue sin duda el mejor de su equipo mientras le duró el fondo físico. El
protagonista de la portada de la famosa revista avícola Chicken and Egg fue una dura prueba para el doble pivote del Forest
formado por Colback y Guedioura. Joe Allen demostró su calidad y él sólo superó
en la mayoría de los duelos a la dupla del Forest, tanto en la fase defensiva
como incorporándose al ataque. El galés dictó el ritmo del juego del Stoke en
la primera parte, sobre todo con balones a la banda para James McLean, al que
Jack Robinson controlaba a duras penas.
El Forest sólo se
desperezó en los últimos minutos de la primera parte y, sobre todo, tras el
descanso. En la segunda parte el partido cambió por completo, con un Forest más
descarado que imprimió más ritmo a su fútbol. Una vez más Joao Carvalho fue el
protagonista de los mejores momentos del Forest. El portugués es de esos
futbolistas que parecen hacer poco sobre el campo, pero cuando luego te paras a
contar las ocasiones del equipo resulta que él siempre ha estado presente de
una forma u otra. Un pase, un desmarque, un balón recuperado o un remate. Su
calidad no puede ponerse en duda. Es de esos que siempre tendría en mi equipo.
Con un Forest mucho más
volcado sobre el área rival según pasaban los minutos, Joe Allen dejó de ser
tan influyente en el juego y el Stoke dio un paso atrás. Fue entonces cuando
apareció el héroe del partido: Jack Butland.
El portero internacional
inglés tiene mucha calidad. Las lesiones y algunas decisiones en su carrera no
le han permitido ser lo que apuntaba cuando emergió en el Birmingham City, pero
es un gran cancerbero y lo demostró en City Ground. Tres grandes paradas, a
Carvalho, Grabban y Lolley, rescataron un punto para el Stoke al frustrar
sendas ocasiones del Forest. La estirada al tiro con rosca de Lolley fue
magnífica. Medio City Ground cantaba ya el gol cuando apareció la manopla del
portero para enviar el balón a saque de esquina.
A pesar de que Butland
frustró lo que podía haber sido una victoria para el Forest, el sentimiento
tras el pitido final fue de satisfacción. Algo raro en City Ground, estadio
exigente donde los haya y bastante cascarrabias. Pero contra el Stoke, salvo en
el resultado, el Forest jugó bien. Dio una buena imagen y ofreció tanto
solvencia defensiva en la primera parte como intensidad ofensiva en la segunda.
Fue un partido de tensión, paciencia y concentración. Un encuentro, sobre todo,
en el que había que demostrar solidez. Y el Forest lo hizo. Le faltó el gol,
cierto, pero este equipo, poco a poco, está aprendiendo a competir cada vez
mejor.
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