lunes, 12 de noviembre de 2018

El Forest aprende a competir


El Nottingham Forest empató (0-0) con el Stoke City en el partido de Championship que ambos equipos jugaron en City Ground. A pesar de lo que pueda indicar el resultado, no fue un encuentro aburrido ni exento de calidad. Sí se trató, sin embargo, de una partida intensa de ajedrez en la que ambos equipos acabaron anulándose mutuamente, sobre todo por el excelente partido que disputaron los centrocampistas en ambos bandos. Con este empate el Forest confirma su solidez y la mejora en el juego que viene desarrollando en el último mes y medio. Es un claro candidato a las eliminatorias de ascenso, como mínimo.

Lo mejor del partido para el Forest, a excepción del resultado, fue la continuidad. Hasta las últimas semanas el equipo de Karanka había alternado partidos buenos con auténticos desastres. Con la visita del Stoke City, un recién descendido de la Premier con jugadores de mucho renombre, el Forest finalizaba un periplo liguero que le ha enfrentado a los dos líderes de la división (Leeds y Sheffield United), más el citado Stoke. En los tres partidos el Forest ha sacado siete puntos y recibido tan sólo un gol, con la mano. Bien es cierto que aún queda por solventar el pequeño talón de Aquiles del ataque, puesto que en estos mismos tres partidos el Forest sólo ha marcado dos goles. Un área que puede mejorar, sin duda, pero que tampoco es alarmante. Mirando a las estadísticas de toda la temporada los de Notingham, con 23 dianas en total, son el décimo equipo de la división en número de goles. No es espectacular, pero tampoco ultra defensivo como a veces se quiere hacer creer.

A falta de goles, este duelo contra el Stoke dejó un buen sabor de boca porque el equipo fue competitivo ante un rival que, si bien está por debajo de su potencial en la clasificación, tiene futbolistas de renombre. Uno de ellos, el galés Joe Allen, fue sin duda el mejor de su equipo mientras le duró el fondo físico. El protagonista de la portada de la famosa revista avícola Chicken and Egg fue una dura prueba para el doble pivote del Forest formado por Colback y Guedioura. Joe Allen demostró su calidad y él sólo superó en la mayoría de los duelos a la dupla del Forest, tanto en la fase defensiva como incorporándose al ataque. El galés dictó el ritmo del juego del Stoke en la primera parte, sobre todo con balones a la banda para James McLean, al que Jack Robinson controlaba a duras penas.

El Forest sólo se desperezó en los últimos minutos de la primera parte y, sobre todo, tras el descanso. En la segunda parte el partido cambió por completo, con un Forest más descarado que imprimió más ritmo a su fútbol. Una vez más Joao Carvalho fue el protagonista de los mejores momentos del Forest. El portugués es de esos futbolistas que parecen hacer poco sobre el campo, pero cuando luego te paras a contar las ocasiones del equipo resulta que él siempre ha estado presente de una forma u otra. Un pase, un desmarque, un balón recuperado o un remate. Su calidad no puede ponerse en duda. Es de esos que siempre tendría en mi equipo.

Con un Forest mucho más volcado sobre el área rival según pasaban los minutos, Joe Allen dejó de ser tan influyente en el juego y el Stoke dio un paso atrás. Fue entonces cuando apareció el héroe del partido: Jack Butland.

El portero internacional inglés tiene mucha calidad. Las lesiones y algunas decisiones en su carrera no le han permitido ser lo que apuntaba cuando emergió en el Birmingham City, pero es un gran cancerbero y lo demostró en City Ground. Tres grandes paradas, a Carvalho, Grabban y Lolley, rescataron un punto para el Stoke al frustrar sendas ocasiones del Forest. La estirada al tiro con rosca de Lolley fue magnífica. Medio City Ground cantaba ya el gol cuando apareció la manopla del portero para enviar el balón a saque de esquina.

A pesar de que Butland frustró lo que podía haber sido una victoria para el Forest, el sentimiento tras el pitido final fue de satisfacción. Algo raro en City Ground, estadio exigente donde los haya y bastante cascarrabias. Pero contra el Stoke, salvo en el resultado, el Forest jugó bien. Dio una buena imagen y ofreció tanto solvencia defensiva en la primera parte como intensidad ofensiva en la segunda. Fue un partido de tensión, paciencia y concentración. Un encuentro, sobre todo, en el que había que demostrar solidez. Y el Forest lo hizo. Le faltó el gol, cierto, pero este equipo, poco a poco, está aprendiendo a competir cada vez mejor.

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